COLEGIO LUIS DE GONGORA AÑOS 1961-64
PROGRAMA DEL ENCUENTRO
VIDEO FOTOGRAFICO
VIDEO FOTOGRAFICO
Organización:
José Antonio Rodriguez Gil. 678.69.11.72 - jarg@consegur.es
Angel del Pozo Diez. 609.50.77.18 - pozofer2@terra.es
Crónica de Serafín Lugones:
IV ENCUENTRO ANTIGUOS ALUMNOS DE LA
ULC – COLEGIO LUIS DE GÓNGORA – MAYO 2012
Entre
los días 18 y 20 de mayo del 2012 nos juntamos en Burgos 14 antiguos compañeros
de la ULC promoción de Bachiller
Superior del 61 al 64 en el Colegio Luis de Góngora.
Es
la cuarta vez que nos reunimos la mayoría de nosotros.
Nos
acompañaban nuestras esposas,- como siempre en estas ocasiones-, y también
el hijo de Santiago Burgos,- Carlos,-
muy aficionado a la fotografía. Hizo decenas de buenas fotos. Fuimos 26 en
total.
La
cosa empezó más o menos a mediodía del viernes 18, cuando llegamos casi todos.
Fuimos
recibidos calurosamente por nuestros anfitriones Rodri (José Antonio Rodríguez), su simpática esposa Conchi y por Ángel del
Pozo y su no menos amable y simpática Elvira.
Tuvimos
la suerte de contar en el grupo con otros burgaleses: Ángel Buergo, Ángel
Mecerreyes, así como Jesús Manzanedo que este año se unió por primera vez al
grupo, acompañado de su esposa Maribel.…, en fin, como vemos, muchos “ángeles”
que nos guardaron, enseñaron y acompañaron al resto, durante nuestra estancia
en estas frías tierras de cálidos corazones.
Tras
entrañables saludos y abrazos por el reencuentro de la mayoría,- o primer encuentro por recientes incorporaciones- y recordatorio
de alguna que otra anécdota, (nueva o repetida), nos dirigimos a degustar unos
riquísimos platos típicos burgaleses en el restaurante Pecaditos, tras echar
una primera mirada externa a la
Catedral.
Después
del refrigerio, fuimos paseando hacia la plaza de Mío Cid a rendir homenaje a
Rodrigo Díaz de Vivar, que domina, en estatua ecuestre, la entrada al puente de
San Pablo sobre el río Arlanzón.
Un agradable paseo por el Espolón, a lo largo
del río, charlando y disfrutando de bellos e históricos monumentos dio paso a
un rato de descanso en el Hotel.
Había
que descansar un ratito por el viaje y las emociones antes de cenar en un
curioso y original cenador acristalado frente a la Catedral , donde entre
copa y copa del excelente vino de estas tierras, disfrutamos de la vista de
esta joya. La luz del sol daba el relevo a la iluminación nocturna, compitiendo
ambas, y la luna en medio, por darle esplendor.
Después
dimos un paseo en un tren turístico recorriendo el entramado de calles de la
ciudad, partiendo muy cerca de la
Catedral.
Contemplamos
en su recorrido la iglesia de la antigua Santa Gadea, hoy Santa. Águeda, famosa
por la Jura del
Cid, que le valió el destierro;
Dejamos
atrás la iglesia de las Salesas Reales y por el paseo de la Isla llegamos al Monasterio
de las Huelgas, el conocido y antiguo lugar de recreo regio.
Pasamos
por el Palacio de Justicia y el Palacio Arzobispal y recorrimos el paseo de los cubos a lo largo
de la antigua muralla que cerraba la ciudad.
Subimos
unas rampas adentrándonos en el Parque del Castillo, con unas espectaculares
vistas de la ciudad y su conjunto monumental.
Bajando
después, disfrutamos viendo al paso, la Iglesia y
Arco de San Esteban y la Iglesia de San Gil y Arco
del mismo nombre.
Posteriormente,
siguiendo el recorrido “ferroviario”, desde el paseo del Espoloncillo, pudimos
contemplar una bellísima instantánea de la Catedral , con el Arco de de Santa María en primer
plano.
El
viaje termina de nuevo en la
Catedral.
Al
día siguiente por la mañana visitamos a pie y con guía, la Catedral , y nuestros
anfitriones nos mostraron el interior de otros monumentos, - la Iglesia de San Nicolás, y algunos
otros de los ya citados, que sería exhaustivo detallar. Es imposible describir
en poco espacio las maravillas de retablos, esculturas, tallas, pinturas etc.
que contemplamos.
Suerte
que tienen los burgaleses.
Como
no podía ser menos, siguiendo una costumbre muy generalizada y a la que los
burgaleses no renuncian, antes de comer tomamos un aperitivo, acompañado de las
clásicas tapas que aquí también son muy apetecibles..
Y como
después del aperitivo toca comer, nos desplazamos caminado a través del
precioso Paseo de la Isla y del Parral y en un restaurante clásico de la ciudad,
degustamos exquisitos platos de la
gastronomía local: sus célebres morcillas y el riquísimo cordero lechal, entre
otros, acompañado como no de vino de La Ribera.
Como
curiosidad comentar que en el mismo restaurante coincidimos con otro grupo de
antiguos alumno laborales de Gijón, que también se reúnen anualmente.
Y
para hacer la digestión otro paseo hasta el Monasterio de Las Huelgas Reales,
que al igual que El Parral es Patrimonio Real y en el que se conserva el famoso
Pendón de las Navas de Tolosa.
Finalizada
esta visita y de vuelta al hotel nos tomamos un rato de descanso previo a la
fiesta posterior.
Por
la noche, la ceremonia principal de nuestros encuentros, la cena fraternal con
las charlas, comentarios, fotos de nuestros episodios y “hazañas” juveniles y con
nuestras bellísimas esposas engalanadas
para la ocasión, dando brillantez a la gala.
Hicimos
planes para la próxima, por supuesto, y echamos de menos a algunos asiduos de
otras ocasiones: Molpe, Serafo, Carlos Barrero, Emilio Pombar (nos faltó algún
bemol en el himno por la ausencia de Emilio), y
algún ausente que otro. Tuvimos así mismo en nuestra mente y en nuestros
corazones a Angel Arnaiz Quintana, que como sabéis se encuentra por tierras de
Centroamérica y no lo está pasando bien.
Todo
ello orquestado con un extraordinario montaje audiovisual preparado por Rodri Junior, al que agradecemos su
dedicación.
Y
tras nuestro himno “Cordobesita”, entonado por todos finalizó la fiesta y la
parte oficial del encuentro.
El domingo
por la mañana algunos compañeros, iniciaron el retorno a sus domicilios y los
que disponían de tiempo visitaron el Museo de la Evolución Humanan de reciente
inauguración y la Cartuja de Miraflores, con lo que se dio por finalizada la
parte cultural, terminando la mañana en una comida de despedida, en las
instalaciones de la Ciudad Deportiva.
Y
como no podía ser de otra manera llegaron las despedidas, con la pena de lo que
se termina, pero con el firme propósito de reencontrarnos el próximo año,
parece ser que en Toledo.
Serafín
Lugones Bermejo.
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