martes, 31 de enero de 2012

COLEGIO LUIS DE GONGORA AÑOS 1961-64 BURGOS, 18,19 y 20 de MAYO de 2012



IV ENCUENTRO DE ANTIGUOS ALUNMOS DE LA LABORAL DE CORDOBA
COLEGIO LUIS DE GONGORA AÑOS 1961-64
BURGOS, 18,19 y 20 de MAYO de 2012



PROGRAMA DEL ENCUENTRO



VIDEO FOTOGRAFICO


Organización:
José Antonio Rodriguez Gil. 678.69.11.72 - jarg@consegur.es
Angel del Pozo Diez. 609.50.77.18 - pozofer2@terra.es


Crónica de Serafín Lugones:

IV ENCUENTRO ANTIGUOS ALUMNOS  DE LA ULC – COLEGIO LUIS DE GÓNGORA – MAYO 2012

Entre los días 18 y 20 de mayo del 2012 nos juntamos en Burgos 14 antiguos compañeros de la ULC promoción de  Bachiller Superior del 61 al 64 en el Colegio Luis de Góngora.
Es la cuarta vez que nos reunimos la mayoría de nosotros.
Nos acompañaban nuestras esposas,- como siempre en estas ocasiones-, y también el  hijo de Santiago Burgos,- Carlos,- muy aficionado a la fotografía. Hizo decenas de buenas fotos. Fuimos 26 en total.
La cosa empezó más o menos a mediodía del viernes 18, cuando llegamos casi todos.
Fuimos recibidos calurosamente por nuestros anfitriones Rodri  (José Antonio Rodríguez),  su simpática esposa Conchi y por Ángel del Pozo y su no menos amable y simpática Elvira.
Tuvimos la suerte de contar en el grupo con otros burgaleses: Ángel Buergo, Ángel Mecerreyes, así como Jesús Manzanedo que este año se unió por primera vez al grupo, acompañado de su esposa Maribel.…, en fin, como vemos, muchos “ángeles” que nos guardaron, enseñaron y acompañaron al resto, durante nuestra estancia en estas frías tierras de cálidos corazones.
Tras entrañables saludos y abrazos por el reencuentro de la mayoría,- o primer  encuentro por recientes incorporaciones- y recordatorio de alguna que otra anécdota, (nueva o repetida), nos dirigimos a degustar unos riquísimos platos típicos burgaleses en el restaurante Pecaditos, tras echar una primera mirada externa a la Catedral.
Después del refrigerio, fuimos paseando hacia la plaza de Mío Cid a rendir homenaje a Rodrigo Díaz de Vivar, que domina, en estatua ecuestre, la entrada al puente de San Pablo sobre el río Arlanzón.
 Un agradable paseo por el Espolón, a lo largo del río, charlando y disfrutando de bellos e históricos monumentos dio paso a un rato de descanso en el Hotel.
Había que descansar un ratito por el viaje y las emociones antes de cenar en un curioso y original cenador acristalado frente a la Catedral, donde entre copa y copa del excelente vino de estas tierras, disfrutamos de la vista de esta joya. La luz del sol daba el relevo a la iluminación nocturna, compitiendo ambas, y la luna en medio, por darle esplendor.
Después dimos un paseo en un tren turístico recorriendo el entramado de calles de la ciudad, partiendo muy cerca de la Catedral.
Contemplamos en su recorrido la iglesia de la antigua Santa Gadea, hoy Santa. Águeda, famosa por la Jura del Cid, que le valió el destierro;
Dejamos atrás la iglesia de las Salesas Reales y por el paseo de la Isla llegamos al Monasterio de las Huelgas, el conocido y antiguo lugar de recreo regio.
Pasamos por el Palacio de Justicia y el Palacio Arzobispal  y recorrimos el paseo de los cubos a lo largo de la antigua muralla que cerraba la ciudad.
Subimos unas rampas adentrándonos en el Parque del Castillo, con unas espectaculares vistas de la ciudad y su conjunto monumental.
Bajando después, disfrutamos viendo al paso, la Iglesia y  Arco de San  Esteban y la Iglesia de San Gil y Arco del mismo nombre.
Posteriormente, siguiendo el recorrido “ferroviario”, desde el paseo del Espoloncillo, pudimos contemplar una bellísima instantánea de la Catedral, con el Arco de de Santa María en primer plano.
El viaje termina de nuevo en la Catedral.
Al día siguiente por la mañana visitamos a pie y con guía, la Catedral, y nuestros anfitriones nos mostraron el interior de otros monumentos, - la Iglesia de San Nicolás, y algunos otros de los ya citados, que sería exhaustivo detallar. Es imposible describir en poco espacio las maravillas de retablos, esculturas, tallas, pinturas etc. que contemplamos.
Suerte que  tienen los burgaleses.
Como no podía ser menos, siguiendo una costumbre muy generalizada y a la que los burgaleses no renuncian, antes de comer tomamos un aperitivo, acompañado de las clásicas tapas que aquí también son muy apetecibles..
Y como después del aperitivo toca comer, nos desplazamos caminado a través del precioso Paseo de la Isla y del Parral y en un restaurante clásico de la ciudad, degustamos  exquisitos platos de la gastronomía local: sus célebres morcillas y el riquísimo cordero lechal, entre otros, acompañado como no de vino de La Ribera.
Como curiosidad comentar que en el mismo restaurante coincidimos con otro grupo de antiguos alumno laborales de Gijón, que también se reúnen anualmente.
Y para hacer la digestión otro paseo hasta el Monasterio de Las Huelgas Reales, que al igual que El Parral es Patrimonio Real y en el que se conserva el famoso Pendón de las Navas de Tolosa.
Finalizada esta visita y de vuelta al hotel nos tomamos un rato de descanso previo a la fiesta posterior.
Por la noche, la ceremonia principal de nuestros encuentros, la cena fraternal con las charlas, comentarios, fotos de nuestros episodios y “hazañas” juveniles y con nuestras bellísimas esposas engalanadas  para la ocasión, dando brillantez a la gala.
Hicimos planes para la próxima, por supuesto, y echamos de menos a algunos asiduos de otras ocasiones: Molpe, Serafo, Carlos Barrero, Emilio Pombar (nos faltó algún bemol en el himno por la ausencia de Emilio), y  algún ausente que otro. Tuvimos así mismo en nuestra mente y en nuestros corazones a Angel Arnaiz Quintana, que como sabéis se encuentra por tierras de Centroamérica y no lo está pasando bien.
Todo ello orquestado con un extraordinario montaje audiovisual preparado por  Rodri Junior, al que agradecemos su dedicación.
Y tras nuestro himno “Cordobesita”, entonado por todos finalizó la fiesta y la parte oficial del  encuentro.
El domingo por la mañana algunos compañeros, iniciaron el retorno a sus domicilios y los que disponían de tiempo visitaron el Museo de la Evolución Humanan de reciente inauguración y la Cartuja de Miraflores, con lo que se dio por finalizada la parte cultural, terminando la mañana en una comida de despedida, en las instalaciones de la Ciudad Deportiva.
Y como no podía ser de otra manera llegaron las despedidas, con la pena de lo que se termina, pero con el firme propósito de reencontrarnos el próximo año, parece ser que en Toledo.

Serafín Lugones Bermejo.

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