Llegada al Hotel Córdoba Center el Sábado
Paseo hacia la Mezquita pasando por el 'Bocadi', museo Arqueológico, Catedral, Puente Viejo hasta llegar a Bodegas Campos, lugar de la comida
Breve descanso a la otra orilla del Guadalquivir
Catering en uno de los patios del Restaurante antes de pasar al Comedor
Comida
Manuel González Estepa y Tomás Amor Arjona
José Luís Bernal Ortiz
Abajo: Manuel Castaño Diéguez e isidro Beteta Beteta.
Arriba: Agustín Cortés Ortega
Arriba: Agustín Cortés Ortega
Raimundo Caro Quesada y Manuel Castaño Diéguez
Santos Borrego, Juan Vicente Bueno López y Luís Barbancho Martínez
Joaquín Albano Gil y Antonio García Bellido
Jaime Márquez Jara
Antonio Aguilar Corredera y Antonio Berlango Jiménez
Rafael Calabuch y Vicente Santacreu
Rafael Calabuch y Vicente Santacreu
Juan Luís Torregrosa Pérez
José Antonio Garrido Martín, Francisco Matas Triguero y Pepe Sancho Fombuena
Luís Alfonso Segura Sánchez y señora
Luís Alfonso Segura Sánchez y señora
Vicente Sánchez Palencia
Antonio Aguayo Montoro y Agustín Cortés Ortega
José Luís García Daza y Rubén Isasi Martínez
Juan Angel Canales Castillo y Tomás Criado Gómez
Agustín Cortés Ortega y Juan Vicente Bueno López
Miguel Carrascosa Alvarez
Sebastián Sánchez Márquez
Eloy García Tejada
Germán Terrón López y Señora
Juan Antonio León Leal
y Juan Carlos González Faraco
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Brindis a cargo de Barbancho
Llegada a la UNI en autobús y foto de familia
Foto del grupo en la recepción del Hotel
Brindis por el próximo encuentro al final de la cena
Pase de fotos y música de los setenta. A la finalización, cada mochuelo a su olivo.
Enhorabuena a todos los asistentes, a todos los afortunados de poder llegar hasta Córdoba para tan poco tiempo y en fechas tan comprometidas, laboralmente.
ResponderEliminarEs un placer reencontraros después de tantos años, tan jóvenes, con tan excelente aspecto, y con tanta ilusión. Aunque no estuviese presente, en todo el fin de semana no pude olvidar lo que allí se estaba celebrando.
Me ha alegrado mucho poder poner caras nuevas, a algunas de las que conservaba en los recuerdos, y a las que todavía guardo en las viejas fotos.
Ahora sólo falta que alguien dedique algo de su tiempo en desarrollar un pequeño relato de lo acontecido, de las anécdotas que entre callejeo y manteles pululasen. Y en especial, las que a veces, de forma sorpresiva y sorprendente, alguien suele contar de otros; las que solemos tener borradas porque no llegaron a ser significativas.
Estoy ávido de información.
Un abrazo
Iñaki Calvo